Con la familia, amigos, conocidos nombramos o hablamos generalmente de temas sobre nuestra cadera. Es un término muy utilizado respecto a la pelvis. La cadera es el conjunto de hueso, musculo, tendones, piel, etc que podemos palpar con nuestra mano y movilizar conscientemente. Sin embargo, esta cadera conforma un conjunto de estructuras específicas e importantes protegiéndola. En esta publicación vamos a profundizar sobre la estructura, musculatura y funcionalidad de tu pelvis para que entiendas la importancia de cuidar su conjunto durante y después del embarazo, así como toda la vida.
La pelvis tiene una estructura compuesta por cuatro huesos llamados: HUESOS ILIACOS, SACRO, COXIS.
Exactamente la pelvis se compone de dos huesos iliacos situados por delante, a los lados y un poco hacia atrás observables en la imagen de color morado, amarillo y naranja. El sacro por el contrario de color beige se sitúa por detrás y en el medio. Y finalmente, la pequeña estructura triangular en la punta del sacro sería el coxis prolongando el sacro hacia abajo.
Si estos huesos eran desconocidos para ti, todavía debo decirte que el sacro y el coxis forman parte de la columna vertebral. Pero si esto fuera poco, los dos huesos iliacos corresponden a los miembros inferiores, es decir, a tus piernas.
Cada hueso de la pelvis esta unido por articulaciones que permiten que la estructura ósea conforme uno. Imagina que dispones de un puzle siendo cada hueso una pieza y al unirlos forma la imagen del puzle. En este caso disponemos de la pelvis.
Entrando en información más específica, cada una de estas articulaciones disponen de un nombre siendo los siguientes:
A parte de la estructura ósea es importante saber que tu pelvis se divide en tres zonas fundamentales de cara al momento del parto. Pero incluso, entenderlo y visualizarlo te hará entender la importancia de la musculatura y función de tu suelo pélvico.
La pelvis dispone de un estrecho mayor, (superior), estrecho medio (en el centro) y un estrecho menor (inferior). También suelen llamarse espacios o círculos ya que se trata de las zonas en las que pasa el bebé en el momento del parto. El feto va a franquear la forma ósea con forma de cilindro pasando por los estrechos que no son paralelos sino curvos en el orden de las siguientes imágenes.
En la primera imagen, encontraras el estrecho superior dividiendo la pelvis. En la segunda imagen, se encuentra el estrecho medio situado en la parte media de la pelvis, siendo la zona donde se inserta la musculatura del suelo pélvico que veremos a continuación. Y, en la tercera imagen, se trata del estrecho inferior situado en la parte baja de la pelvis zona donde se insertan los músculos del periné.
Estrecho superior extraído de (Vives & Calais,2009) y editado por Tellechea Paloma
Estrecho medio extraído de (Vives &Calais, 2009) y editado por Tellechea Paloma
Estrecho inferior extraído de (Vives & Calais,2009) y editado por Tellechea Paloma
El suelo pélvico se comporta de diversos músculos, tejidos, vasos y nervios que estabilizan la cintura pélvica y dan sostén a las vísceras de la pelvis menor.
Concretamente se trata de un conjunto de músculos que sujetan la porción abdominal inferior sirviendo de apoyo a tu vejiga, útero y una porción intestinal colocados en forma de hamaca. (visualiza la imagen en el siguiente parrafo)
Esta musculatura tiene funciones específicas permitiendo el paso del bebé en el momento del parto, pero si esto fuera poco tienen funciones importantes de la vida cotidiana como la reproducción, la defecación y la micción.
Este conjunto muscular se denomina PERINE y es la base o tapa de la pelvis. Su correcta funcionalidad es fundamental ya que permite un control total a nivel sexual, de continencia y eliminación.
Como ya he explicado anteriormente, pero recapitulo un poquito la pelvis menor soporta las vísceras de nuestro cuerpo siendo estas: la vejiga, la uretra, el útero y el recto. A parte de conocerlos es importante entender su función en tu cuerpo.
–> La vejiga urinaria es un órgano que almacena la orina y la expulsa a través del conducto de la uretra. La uretra se mantiene cerrada gracias a los músculos esfinterianos (internos y externos) que trabajan de forma combinada en el reflejo de micción.
–> El útero es el órgano reproductor, donde se implanta y desarrolla el feto. Se sitúa en el centro de la pelvis y tiende a colocarse en ante-flexión. La entrada al útero es el conducto de la vagina, que es el órgano de copulación y está formado por tres partes.
–> El recto es la parte final del intestino grueso, situado entre útero y sacro con unos 15 cm de longitud. Está rodeado por músculos concretamente por el esfínter en forma de anillo rodeando el ano siendo este su conducto terminal.
Cada uno de estos órganos se sitúan en el orden que puedes observar en la siguiente imagen y con espacios mínimos entre ellos. Toda esta estructura está unida y estable gracias a diversos ligamentos y a la musculatura pélvica. Es un sistema que cierra el suelo del abdomen, manteniendo los órganos de la pelvis correctamente y en suspensión.
La alteración de alguno de sus componentes puede provocar alteraciones funcionales como la incontinencia urinaria o fecal, influir en alteraciones en la función sexual y producir alteraciones anatómicas, como son los prolapsos. Además, estudios realizados en la última década han demostrado que la musculatura del suelo pélvico forma parte del sistema que estabiliza la columna lumbopélvica, por lo que alteraciones en esta musculatura pueden comprometer el control de la columna y ser el origen del dolor lumbopélvico.
Tras un embarazo, los músculos y ligamentos son debilitados pudiendo provocar desplazamientos de cualquiera de los tres órganos. De ahí, la gran importancia de fortalecerlos durante el embarazo y tras el parto. Deberán tratarse de trabajos progresivos y específicos, así como supervisados por un profesional del ámbito, a fin de disminuir o evitar posibles disfunciones a corto y largo plazo.
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Esta musculatura puede trabajarse mediante diversas herramientas totalmente diferentes durante el embarazo o fase postparto. También debes de saber que cuanto antes fortalezcas tu suelo pélvico más rápida será tu recuperación.
Si te gustaría que te acompañará y guiará en el proceso puedes mandarme un correo electrónico pidiendo más información al respecto.
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Vives, N. P., & Calais, B. G. (2009). Parir en movimiento. Barcelona: La Liebre de MArzo, S.L.
García López, A. (2020). Disfunciones del suelo pélvico. Revista para profesionales de la salud, 23-43.